.., La crítica unánime se centra en que se llevan al pleno normas sin negociar con una parte irrechazable y otras cuestionables y con la única posibilidad de aceptarlas o rechazarlas. «Se nos sitúa ante un dilema moral», se quejan. Los reales decretos leyes pueden, si así lo decide la mayoría, tramitarse, una vez convalidados, como proyectos de ley y ser enmendados. Pero los grupos acumulan listados de normas que permanecen durmiendo el sueño de los justos, con los plazos de enmiendas ampliados una y otra vez o que han tardado más de un año en tramitarse.
Ese mismo ‘modus operandi’ se emplea además, según se quejan los socios, con proposiciones de ley que estos consideran cruciales y que el PSOE vota favorablemente en la toma de consideración pero en los que nunca se empieza a trabajar como la ley de secretos oficiales, la ley mordaza o la reforma de la del Tribunal Constitucional impulsadas por los nacionalistas vascos o la de la reducción del IVA para servicios relacionados con dependencia o la que aborda el problema de los bebés robados en la dictadura, de ERC.
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