UN REGALO VIVO, UNA MUERTE ANUNCIADA
“La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha considerado no probado el delito de detención ilegal en el caso de una bebé, entregada nada más nacer por el doctor E.V. en 1969 a una familia distinta de la biológica, y mantiene en todo lo demás los hechos acreditados por la Audiencia Provincial de Madrid, como delito de falsedad y como ilegal procedimiento de entrega de la niña al margen de los cauces regulares para una adopción. El motivo de descartar la detención ilegal es que no se ha acreditado la ausencia de consentimiento de la madre biológica.” (poderjudicial.es)
¿Cómo se puede demostrar la “ausencia de consentimiento”? ¿No sería el acusado el que debería demostrar que lo hubo en la medida en que se demostró que el bebé fue entregado a otra familia con la absoluta conciencia y prueba demostrada de la falsa identidad del ser humano recién nacido de la madre biológica?
¿No es un delito la planificación de una suposición de parto?
¿No lleva la comisión del delito de suposición de parto directamente al delito de detención ilegal forzada?
¿Es posible que un menor tenga capacidad deambulatoria por si mismo para librarse del encierro al que es sometido?
Es un agravante para todos los que participaron y orquestaron la trama de las desapariciones forzadas de las madres biológicas y de sus hijos, tener los conocimientos, la formación y la capacidad de acción por sus situaciones de privilegio dentro de una estructura bien engrasada y sirviéndose todos del tráfico de influencias dentro de los muchos canales públicos de los que se valieron con alevosía (circunstancia de haberse asegurado, quien comete un delito contra las personas, de que no corre ningún riesgo que pudiera provenir de una reacción defensiva por parte de la persona atacada) y dolo (voluntad deliberada de cometer un delito, a sabiendas de su carácter delictivo y del daño que puede causar).
“En ocasiones el sistema judicial funciona como un tamiz. De las pocas barbaridades que terminan juzgándose, la mayoría quedan reducidas a su mínima expresión.”
En la vía legislativa, la inacción es tan evidentemente que a día de hoy aún nadie se ha preguntado el motivo por el cual, en el preámbulo de la Ley de Adopciones de 1987, se reconoce explícitamente que la presente Ley se modifica para “EVITAR EL ODIOSO TRÁFICO DE NIÑOS”.
¿Cómo es posible que uno de los tres pilares de nuestro Estado de Derecho admita la comisión de un delito y no se actúe de oficio?
Que en el texto de una Ley en plena democracia en España se admita la comisión de un delito y que esa manifestación de tráfico de niños no genere una investigación inmediata de oficio por parte del Estado es inadmisible.
¿No es esto prevaricación? (Prevaricación o prevaricato, es un delito que consiste en que una autoridad, juez u otro servidor público dicta una resolución arbitraria en un asunto administrativo o judicial a sabiendas de que dicha resolución es injusta y contraria a la ley. Es comparable al incumplimiento de los deberes del servidor público).
Años, muchos años llevamos luchando miles de madres por saber dónde están nuestros hijos! ¡Vivos o muertos, pero nacidos de nuestras entrañas y mercadeados de manera inhumana y oscena por aquellos que tenían el conocimiento, los medios y el consentimiento implícito de los que vieron y callaron.
El Alto Tribunal, por pura humanidad y justicia, está reconociendo el delito que establece la propia sentencia.
¿Cómo es posible que aquellos que disponían de todas las herramientas a su alcance para dotar de transparencia y legalidad una adopción, se sirvieran del engaño, la presión y el acoso a la madre para delinquir sin que aún se haya aplicado la justicia y la reparación a todas las víctimas?
La víctima primaria, indefensa y vulnerable, que en una mesa de partos sólo esperaba la ayuda de quienes debían asistirla en ese trance de parir a su hijo, la madre, la víctima olvidada de la que muchos se aprovecharon para arrebatarle al hijo directamente de sus entrañas y utilizar a ambos, madre e hijo, como simple moneda de cambio para obtener privilegios mercenarios desde la prepotencia salvaje del que se sabe fuerte, poderoso y con el conocimiento y las influencias necesarias para apropiarse de las vidas de seres completamente indefensos.
Estamos del otro lado, en “ese otro lado”, todas las víctimas desde esa línea de batalla reventaremos ese muro de injusticia que nos martiriza y victimiza cada día de manera vil, indecente e inhumana.
Malditos todos aquellos que con profunda podredumbre miserable nos arrebataron a nuestros hijos a cambio de un cuerpo sin vida y de vidas nutridas de falsedades.
“Te Estamos Buscando”, Plataforma Internacional Foro de Víctimas Afectadas por las Desaparición Forzada.